Dirigida por Hugo Curletto , quien además de ser director y actor, también es docente en la carrera de Cine de la UNC.
Una breve sinopsis: Hugo Curletto es un director que atraviesa sus cuarenta y se siente un poco estancado con su trabajo. Decide escribir un guion para una película sobre su familia, y junto a su agente consigue que Jorge Marrale —un actor reconocido y con trayectoria— acepte interpretar el papel de su padre. A partir de ahí se despliega un relato que sigue el detrás de escena del proyecto: los altibajos de la preproducción, las tensiones creativas y todo lo que aparece en el camino. Pero también vemos de cerca la transformación interna de Hugo, que atraviesa una suerte de crisis de los 40, donde se cuestiona sus decisiones, su historia personal, sus vínculos familiares y su relación con el cine. Todo esto se mezcla en una tragicomedia muy original, emotiva y divertida.
Lo primero que quiero destacar es la manera en que está hecha. A partir de unos videos caseros de un viaje a Las Vegas con su padre y sus hermanos, Curletto decide usar ese archivo personal como punto de partida para contar una historia íntima sobre su familia, especialmente sobre su papá. La película se construye como una especie de “película dentro de la película”: lo que vemos en pantalla es la producción de ese proyecto, narrada con una estética cercana al documental. Ese formato hace que, en muchos momentos, como espectadores nos preguntemos si lo que estamos viendo es ficción o realidad. Esa ambigüedad es parte del encanto de la propuesta.
A eso se suma algo no menor: los actores hacen de ellos mismos. Curletto interpreta a Curletto, lo mismo su padre, sus hermanos y hasta sus hijos. Pero también aparece Jorge Marrale, quien interpreta nada menos que al padre de Curletto, generando un juego muy interesante entre lo real y lo representado.

Como mencioné, esta es una película que habla sobre el cine, y lo hace desde adentro. A lo largo del film vemos no solo los distintos procesos de producción, sino también los aspectos extra fílmicos: esas negociaciones, renuncias y dilemas que aparecen en el camino para poder concretar una película. Uno de los conflictos más interesantes que se plantean es el siguiente: ¿qué pesa más, la historia o la figura de un actor reconocido? En más de una escena vemos cómo el personaje de Marrale propone cambios en el guion para “mejorar” la película desde su mirada, y eso pone a Hugo frente a una decisión difícil: mantenerse fiel a lo que quiere contar o seguir el consejo de una figura consagrada que puede asegurar visibilidad y éxito comercial.
Y no quiero cerrar esta reseña sin mencionar algo que le dio aún más valor a la experiencia: después de la proyección hubo una charla con el propio Hugo Curletto. Uno de los temas que surgió fue el trabajo de los actores, o mejor dicho, de las personas que participaron frente a cámara. En particular se habló mucho de su padre, Hugo Jacinto Curletto, que se robó todas las miradas y aplausos. El director contó que su papá nunca había actuado, y que apenas fue dos veces al cine en toda su vida, lo cual hace todavía más impresionante su participación.
El contraste que se da entre “Chif” (personaje de Curletto padre) y Marrale es extraordinario, ya que de un lado tenés a un actor reconocido, que ve a la vida bajo esa mirada poética y artística, que anda por la vida recitando pasajes de Shakespeare y buscando un sentido a cada acción que realizan los individuos, y por otro lado Chif, un tipo que atiende una pinturería, fuma puchos y por las tardes se juega unas fichas en las maquinitas del casino, ese choque de personalidades dentro de la pantalla es maravilloso y sumamente gracioso.

Una última cosa que quiero destacar es que fue una función a sala casi llena, la mayoría de las butacas estaban ocupadas, y fue grato ver una multiplicidad etaria muy grande en la audiencia, todos disfrutando y riendo a carcajadas durante los 96 minutos de la película, para confirmar que no hay mejor forma de ver cine que sea siendo al cine.
Que vivan las cintas y el cine Argentino.








Deja un comentario