Con un tono irreverente, una estética ochentosa y la participación de Bruce Campbell, esta nueva serie de culto se perfila como el plan perfecto para maratonear el fin de semana.

De vez en cuando, las plataformas de streaming nos sorprenden con joyas inesperadas, y “Hysteria!” es una de ellas. Sin demasiado ruido, esta serie se está ganando un lugar entre las favoritas del público, gracias a su propuesta retro, su humor ácido y una historia que mezcla misterio, sátira social y rock satánico en un solo combo explosivo.

La primera temporada cuenta con ocho episodios cargados de nostalgia ochentosa, ambientados en un pequeño pueblo de Estados Unidos. Con una cuidada producción visual, una banda sonora que va desde Iron Maiden hasta New Kids on the Block, y un reparto sólido que incluye al mítico Bruce Campbell, la serie es un homenaje delirante a la cultura pop de los ‘80 y al fenómeno del «satanic panic» que marcó a toda una generación.

¿De qué trata “Hysteria!”?

Todo comienza con la misteriosa desaparición de un joven quarterback, lo que desencadena una ola de paranoia en una comunidad aparentemente normal. En ese contexto, un grupo de adolescentes —integrantes de una banda de rock en decadencia— decide capitalizar el miedo colectivo adoptando una estética satánica: letras oscuras, rituales escénicos y una imagen provocadora que rápidamente los vuelve virales entre los jóvenes del lugar.

Lo que comienza como una estrategia de marketing para revivir su carrera musical, se complica cuando empiezan a sucederse una serie de asesinatos con tintes rituales, lo que los convierte en sospechosos y los coloca en el centro de una creciente cacería de brujas. La tensión sube cuando un predicador local, apoyado por un grupo de ciudadanos alarmados, organiza manifestaciones y exige una purga moral.

Entre el horror, la sátira y la música

“Hysteria!” logra combinar con acierto el suspenso, la crítica social y el absurdo, en una narrativa que mantiene la intensidad justa para no tomarse demasiado en serio, pero sí lo suficiente como para mantener el interés en cada episodio. Con momentos verdaderamente tensos y otros descaradamente cómicos, la serie se convierte en un excelente entretenimiento para quienes buscan algo distinto, atrevido y con personalidad.

Ideal para quienes extrañan el espíritu rebelde de los ‘80, o simplemente quieren disfrutar de una historia original y bien contada.