El estreno del Eternauta nos alivia y otorga esperanzas de que el sombrío panorama que está sufriendo la industria audiovisual en nuestro país pueda aclararse en algún momento.
Suena irónico esta última línea, ya que tuvo que ser una serie en la cual la premisa es una una enorme tormenta que azota la humanidad la cual le da un poco de luz al oscuro presente del cine nacional.
La llegada del Eternauta en formato audiovisual es la materialización del eterno anhelo de varias generaciones de argentinos y argentinas, los cuales crecieron con el cómic o que en algún momento de sus vidas se cruzaron con las aventuras de Juan Salvo y sus amigos. Desde quienes leyeron tiras semanales, aquellos que tuvieron en sus manos las segundas ediciones de su historia, hasta los que lo comenzamos leyendo como una tarea de la materia de Literatura en la secundaria.
A partir de esta serie no tendríamos que leer nunca más por ningún lado que la industria cinematográfica Argentina es mediocre, tampoco hacía falta esta serie para demostrar que tenemos un cine de primer nivel pero bueno, nunca está de más demostrar con hechos y más hechos la calidad de películas y series que tenemos a aquellos sectores que están bastardeando nuestra cultura cinematográfica.
Más allá de lo técnico y lo visual que nos ofrece esta producción, lo más emocionante que hay que destacar que es una serie total y completamente argentina, más allá de todos los detalles que vemos, las canciones que suenan, la jerga que escuchamos, se trata de un superhéroe constituido completamente por un espíritu de argentinidad. Estamos acostumbrados a ver aquellos héroes con características sobrehumanas, como Superman, el Hombre Araña y cuantos más que al final de la historia terminan ganando ellos solos a los demás. Aquí con el Eternauta encontramos ese héroe colectivo que el poder más potente que tiene es poder contar con el que está a su lado, lo que lleva a convertirse en un héroe más terrenal dentro de lo que supone una situación extra-terrestre.
No queda más nada que aplaudir y disfrutar de de una serie que nos lleva a ponernos a la altura de cualquier producción de ciencia ficción hecha en el mundo, y también a revisitar una y otra vez el /los cómic de Héctor Oesterheld, quien es el responsable nuevamente de demostrar la calidad cultural que tiene y tuvo siempre nuestro país.
Argentina sí que tiene cine, y uno de los mejores.








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