El 30 de diciembre de 2004, la tragedia de Cromañón marcó un antes y un después en la historia de los eventos públicos en Argentina. Aquella noche, durante un recital de la banda Callejeros en el boliche República Cromañón, una bengala encendió la media sombra del techo, desatando un incendio que provocó la muerte de 194 personas y dejó más de 1400 heridos. Este lunes, se cumplieron dos décadas de esa noche fatídica, y miles de personas se reunieron en actos conmemorativos para recordar a las víctimas y renovar el compromiso con la seguridad y la memoria.
Actos centrales: el Obelisco y Plaza de Mayo
El vigésimo aniversario estuvo marcado por dos homenajes principales. En el Obelisco, la agrupación No Nos Cuenten Cromañón organizó un acto que comenzó a las 17, con discursos, música y un fuerte llamado a la reflexión. Javier, sobreviviente de la tragedia, abrió la jornada con un mensaje emotivo y contundente: “Pasaron 20 años, ¿y ahora qué? La respuesta está en seguir luchando, para que esto no vuelva a pasar”. Sus palabras resonaron entre los presentes, quienes llevaban remeras y banderas con frases como “No olvidar, siempre resistir” y “El 30 de diciembre de 2004: me niego esta noche a olvidar”.
El evento contó con la participación sorpresiva de Patricio Fontanet, exlíder de Callejeros, quien subió al escenario con su banda, generando un momento de profunda emoción. Los organizadores insistieron en que el acto no era un show, sino un espacio para la memoria colectiva y la exigencia de justicia.
En paralelo, la agrupación Familias por la Vida llevó a cabo un homenaje en Plaza de Mayo que comenzó a las 11 con una misa interreligiosa. La jornada incluyó testimonios, lecturas de documentos y música en vivo. Posteriormente, los participantes marcharon hacia el Santuario de Cromañón, en Bartolomé Mitre al 3000, donde finalizó el acto con la tradicional “suelta de zapatillas” en homenaje a las víctimas.
Un fin de semana de memoria y cultura
Los actos conmemorativos comenzaron el fin de semana anterior con el Festival Cultural por lxs pibxs de Cromañón, que reunió a bandas como Las Manos de Filippi, La Perra que los Parió, Barrios Bajos y El Delirio de la Parca. Este evento celebró la vida y la cultura popular, transformando el dolor en resistencia y memoria activa.
Un espacio para sanar y reflexionar
Diagonal Norte se transformó en un escenario de memoria colectiva. Mantas con remeras y recuerdos llenaron la calle, mientras los asistentes de todas las edades recordaban a los que ya no están. Javier, en su discurso, resumió el espíritu del encuentro: “Cromañón es una cicatriz, pero no somos Cromañón. Somos los abrazos, las risas y el amor del que entró a buscar a otros como nosotros”. El cierre estuvo marcado por el clamor: “Los pibes de Cromañón presentes, ahora y siempre”.
Una herida que sigue abierta
Veinte años después, Cromañón sigue siendo un recordatorio de la importancia de la seguridad en los eventos públicos y de la responsabilidad compartida para garantizar que nunca más se repita una tragedia similar. Los actos del lunes reafirmaron el compromiso colectivo de mantener viva la memoria y de exigir justicia por las 194 víctimas que dejaron una marca imborrable en la historia del país.








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