El viernes pasado, el barrio Güemes y el icónico Club Paraguay se convirtieron en el epicentro de una verdadera celebración: los 15 años de trayectoria de Militantes del Clímax y la presentación de su último disco.
La noche comenzó con una energía arrolladora gracias a los primeros tracks de Nueva Sangre, como Dibu Martínez y Same, que marcaron el ritmo inicial. Desde el primer acorde, quedó claro que el público cordobés estaba más que manija para una noche inolvidable, llenando el lugar de una vibra que contagió a los integrantes de la banda.
El show, dividido en tres actos, estuvo cargado de funk, hip hop y una propuesta artística que fue mucho más allá de lo musical. Las performances teatrales a cargo de Franco Bersi sumaron una dosis de originalidad, generando un espectáculo cautivador.

Cabe mencionar la escenografía y los vestuarios de la banda, donde se notó que cada detalle parecía estar cuidadosamente pensado para complementar la estética del show, desde las visuales y el decorado, hasta los atuendos, todo logrado a la perfección.
Con el pasar de los temas, la intensidad fue aumentando y la conexión entre la banda y el público alcanzó su punto máximo cuando el Auelo decidió lanzarse a las manos del público, desatando la emoción de todos los presentes.

Además, la noche tuvo un momento especial con la participación de un grupo de breakdance local, que sumó una dosis extra de talento cordobés al evento.
Militantes del Clímax demostró, una vez más, por qué es una banda única en la escena nacional. Su paso por Córdoba dejó en claro que 15 años no solo son historia, sino también el inicio de una nueva etapa llena de potencia y creatividad.








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